Te cuento lo que veo.
Una mujer hermosa.
Diría que el gimnasio es un espacio que frecuenta y a la vista está que sabe y puede relajarse. Esa actitud sosegada dice muy bien de ella. No hay duda. Claramente refleja un equilibrio entre cuerpo y mente.
Diría que el gimnasio es un espacio que frecuenta y a la vista está que sabe y puede relajarse. Esa actitud sosegada dice muy bien de ella. No hay duda. Claramente refleja un equilibrio entre cuerpo y mente.
Algo ha llamado mi atención. Una
flecha apoyada en la roca. Pudiera interpretarse como una indicación para ir en
sentido contrario al que está mirando, pero no es tan simple como parece. Más
bien diría que es el resto del final de una batalla. Una lanza rota como
resultado de una lucha interior. Si te fijas las rocas están llenas de rostros fantasmales.
Vivió un conflicto de ideas en las que todas querían ser la mejor. Finalmente
venció la que en su espacio podía acogerlas a todas.
Da su espalda a las sombras y su
mirada ilumina el paisaje. Esta actitud provoca y lo que parece ser un río, al
pasar junto a ella, se transforma en una nube queriendo decirle “eres un
cielo”.
Y lo es porque ser bueno es ser
(decía, muy bien Darío)
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