A Carmen Vega, en Zaragoza,
un 25 de abril 2015
Preguntas: ¿Es acaso un pedir constante de
lo que no te dan y dar mucho de lo que no te piden? y entiendo que es
un matiz que ves en el tango.
Yo añadiría otro matiz. Un
aspecto fundamental del tango es el equilibrio. Para caminar bien en la vida,
el equilibrio es fundamental.
Los demás son un cristal en el
que nos vemos reflejados. Imagínate que pides delante de un espejo. Lógicamente
verás que tú te pides. En el espejo de los demás pasa lo mismo, pero nos
despistamos.
Si cuando pedimos pudiésemos
preguntarnos ¿por qué no tenemos lo que deberíamos?, nos haríamos responsables
de esos vacíos y liberaríamos a los demás de algo que no les toca dar.
Si cuando damos, no lo reciben y
por ello nos enfadamos, deberíamos preguntarnos ¿qué aspecto mío estoy
abandonando?
¿Egoísmo o generosidad? La vida
es complejamente sencilla.
Cuando somos pequeños solo
podemos centrarnos en nosotros porque estamos desarrollando nuestras
capacidades empáticas y la relación con los demás activa nuestros interruptores
vitales. Encendida la luz descubrimos a los demás. Eso es inocencia.
Cuando somos adultos podemos
interaccionar con el mundo entero. Si no lo hacemos tendremos que investigar
las causas.
El tango es un buen ejercicio
para desarrollar esas capacidades vitales.
Querida Carmen. Te agradezco
mucho tus palabras. Son amables, cariñosas y con un aroma de admiración que
dice muy bien de ti. Siempre he dicho que “quien elogia, se elogia”. Para ver
en los demás un valor tenemos que llevarlo dentro. De otra forma no sabríamos
leerlo.
Querida Carmen. Espero seguir
conversando contigo.
Mientras, un fuerte, fuerte abrazo.
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