Concierto en sí sostenido (y contenido).
Suena la trompeta y a pié, descubre un terreno sin explorar. Se diría que dice:
"Cada día trae su afán".
El piano acepta ese reto y eleva la realidad hasta el punto más alto.
Para evitar cualquier abduccionismo, todos deberemos formar parte de la orquesta y darle así la réplica.
Como Emerson, diremos:
"Cada día, es el mejor del año".
El violín susurra, cuenta, provoca, recorre todo el espacio dibujado por el piano y la trompeta.
Se le oye cantar
"Cada día trae su cariño, también para ti"
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