domingo, 3 de junio de 2018

MARA - 1995




Hola Mara. Estoy un poco triste porque me duele la espalda.
Parece que los huesos cotilleasen entre sí queriendo el de arriba saber qué hace el último, en lugar de estar a lo que tienen que estar, o sea, a mantenerme derecha, firme y así no me cansaría. Pero cada uno va por su lado como si fuera una clase de niños aburridos. Y cuando uno está triste tiene que mirar cosas bonitas, por eso te pido que me des ideas.

¿Qué mirarías tú?

(Mara escribió: "ver la televisión y leer un libro y ver las Hadas por la noche." Además de enviarme un beso.


¡Qué bien! Te hice caso, miré a las Hadas y el dolor desapareció.
Una muy pequeña, la más pequeña de todas (que no vive en ninguna estrella, sino en los bosques de Cantabria), y que se llama Anjana, me contó por qué se me había curado la espalda. Primero, me dijo, por haber hecho caso a Mara (ella te conoce). Y luego, porque al levantar la cabeza hacia el cielo los huesecillos se ponen todos en fila, se ordenan y el orden es salud.
Otro día te contaré la historia de una Anjana que vivió hace muchísimos años, cuando casi no había nadie que hubiese descubierto el cielo.
Gracias pequeñuja.









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