5 de diciembre 2013
(Carta a Julia Corcuera)
(Arlequinas José Cajal)
Preguntas por qué Campanilla y
(el nombre no me acuerdo) son amigas.
Te responde tu madre: “Una amiga es aquella a quien se le dice
lo que le sienta bien o mal”.
A continuación le dices: no quiero ser tu amiga:
Te responde tu madre: ¿No quieres
decirme lo que me sienta bien o mal? ¿Por qué no quieres ser mi amiga? y vuelve
a preguntar e insiste para que te pronuncies.
Después de varios silencios respondes:
“lo que no te sienta bien son tus
preguntas”.
Entiendo que necesitas silencio
para reflexionar sobre la respuesta a tu primera pregunta y para eso el tiempo
es fundamental. Ese espacio que, en ese momento, tu madre, por lo que ha
entendido y le entristece, no te da.
Cómo eres más que su amiga
(formas parte de ella) has querido decirle que te deje conocerte bien. Que no
haga preguntas. Que solo responda a las tuyas y espere a tu lado a que
encuentres tú, en ti, las respuestas.
Ese es el camino correcto que nos
lleva a la empatía, la música de la amistad.
Estoy aquí, emocionada,
recordando viejos tiempos.
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