martes, 30 de septiembre de 2025
1.- JOVEN ORQUESTA NACIONAL.-13
lunes, 29 de septiembre de 2025
2.- CÓMO VÍ AQUEL CONCIERTO-3
Purcell, a través de la viola, recordaba el hogar y suspiraba por la seguridad de lo materno, mientras el resto de instrumentos advertían del peligro que suponía esta vuelta atrás.
domingo, 28 de septiembre de 2025
CARTAS A UNA AMIGA
sábado, 27 de septiembre de 2025
jueves, 25 de septiembre de 2025
3- UNA ORQUESTA NOVATA
La percusión se impuso con un protagonismo que no le correspondía.
Debido a la descarada rotundidad con la que intervenían platillos, bombos y castañuelas, los demás instrumentos parecían avergonzados.
Los violines se vieron afectados por este ambiente y bajaron el tono. El saxo entró desafinando. Las cuerdas pasaron el testigo al piano que también falló. Su ejecutante pulsaba las teclas con una vanidad a la que no estaban acostumbradas y la música salía envuelta en un rumor desagradable.
Por fin el oboe.
Fue una intervención pequeña, pero suficiente para animar. ¡Así, así! decían con su silencio los animosos espectadores intentando profundizar con él en la partitura.
Pero quien dirigía no era el público, sino aquel señor situado en dirección contraria a la orquesta y en su batuta faltaba la altura que da la pasión.
Faltaba y la encontramos en el patio de butacas.
Aplaudimos a todos aquellos jóvenes (director incluido), por haberlo intentado. No estaban obligados a más. Sustituyeron a quien falló y agradecimos que no nos dejasen sin concierto.
Hicieron un bis.
martes, 23 de septiembre de 2025
4.- CONCIERTO EN SÍ
Concierto en sí sostenido (y contenido).
Suena la trompeta y a pié, descubre un terreno sin explorar. Se diría que dice:
"Cada día trae su afán".
El piano acepta ese reto y eleva la realidad hasta el punto más alto.
Para evitar cualquier abduccionismo, todos deberemos formar parte de la orquesta y darle así la réplica.
Como Emerson, diremos:
"Cada día, es el mejor del año".
El violín susurra, cuenta, provoca, recorre todo el espacio dibujado por el piano y la trompeta.
Se le oye cantar
"Cada día trae su cariño, también para ti"
lunes, 22 de septiembre de 2025
¿QUIEN ES EL ENEMIGO?
El mayor enemigo que tenemos somos nosotros mismos.
Podría relatarse la batalla de esta manera:
Luchamos por no perder territorio y nos atrincheramos para impedir que pase el enemigo. Como llamamos enemigo a lo desconocido y lo que conocemos inicialmente tuvo ese apellido, solo habrá una manera de ganar la paz:
No haciendo la guerra.
Este armisticio permitirá que la vida entre plena en nosotros.
Pero quitar fronteras supone ampliar el espacio y lo ya conocido quiere quedarse en propiedad. La pasión llegará, como un notario, ordenando al dragón que desaloje. Hay sitio para todos (dirá ese elegante caballero) y ofrecerá una percha al monstruo donde colgar su fiereza y un asiento en su mesa para que nunca más se vea desplazado. Después de la comida, (¿el postre?) se nos dará una pista. Oiremos una voz que nos pide:
¡Cuéntamelo otra vez!´
domingo, 21 de septiembre de 2025
7.- LA MEMORIA

sábado, 20 de septiembre de 2025
viernes, 19 de septiembre de 2025
SÍ, ¡OJALÁ!
jueves, 18 de septiembre de 2025
CARTA CON FRANCISCO CARRASQUER EN EL 2008
Zaragoza 7 de mayo 2008
Querido Francisco. Me gusta reflexionar con los amigos.
La edad, cumplir años, no me ha incomodado nunca. La madurez se acomoda en el tiempo y le imprime ritmo. Caminar se llena de alegría y el paso militar necesario en un primer momento, se convierte en danza. Evaporado el miedo ya no es su batuta quien domina, sino un pentagrama de latidos que reproduce la partitura vital en la que todos los seres humanos, todos, creamos la banda sonora de esta película que es la vida. ¿Espectador? El destino que enmudece y aplaude eternamente.
Pero no todo el mundo lo vive así, y hay razones para ello.
Hay muchos niños que no pueden serlo.
Ramón tenía mal genio. Era el abuelo de Guille, el hijo de unos íntimos amigos. En el año 1998 le escribí esta carta.
“Érase una vez, mi querido
Guille, un niño al que le crecieron los años. (Sólo los años).
Ocurrió
así porque le obligaron (diremos las circunstancias) a vivir las penas de sus
mayores. Ocuparse de duros trabajos y obligaciones impropias de su edad, que no
le permitieron jugar. Jugar en el más amplio sentido de la palabra.
El juego es el mundo en el que el niño crece, activa todas
sus potencias vitales y se desarrolla armoniosamente. Pero si no lo hace, lo
único que avanza y se amontona es el tiempo.
Eso le pasó a este niño.
Los días se fueron acumulando y en un abrir y cerrar de
ojos, como si fuera una broma del destino, se encontró con casi noventa años.
Veía a su alrededor niños como él, pero guapos, vitales y,
sobre todo, jóvenes. Y él no se reconocía en aquella fea imagen que le
devolvían los espejos. Esta situación le irritaba y, peor aún, le daba miedo.
¿Alguien entendía su enfado? No.
Los demás
interpretaban que era insolente, impertinente, caduco, que ya no quería
participar en el emocionante juego de la vida y le dejaban solo.
Es ésta una
difícil situación, y voy a dejar que el final lo cuentes tú. (También puedes
ponerle nombre a ese niño).
Seguro que éste
no es el último cuento que escribamos a medias.
Un especial abrazo”.
Gracias,
Francisco, por este café y otro abrazo
miércoles, 17 de septiembre de 2025
NARCISO

Darío por María Pilar Burges
Si lo fueras, dios hubiera tenido que ocupar tu lugar... (deduje)
***
martes, 16 de septiembre de 2025
UN BENDITO CUADRO
El conjunto es sencillo. Unas vasijas, cuatro frutos, varios azulejos y un trozo de madera.
La distribución de estas imágenes es armónica. El tema central se expresa con tanta vitalidad que reparte el protagonismo a todo el conjunto y podría decirse lo mismo de todos los elementos (incluido el marco). Ninguno se cierra en sí mismo y habla con orgullo de los otros. Se respira paz.
Podría ser una pequeña tinaja o una jarra. Quizás un jarrón. Termina siendo todo a la vez.
Tiene personalidad y un pequeño defecto en la base. Lo disimula ese cuenco a su lado que contiene un fruto inmaduro. Las tiernas hojas que lo acompañan denuncian su prematura separación del árbol. Encuentra su equilibro en la hospitalidad recibida. Se repite la escena en el otro extremo con las dos castañas que relatan lo mismo. Sólo la del centro es un fruto maduro y por ello sabe decir: “yo también tengo mi sombra” y pasa el testigo a la repisa. Está construida con una madera sencilla, reparada y con cicatrices. “Soy fuerte”, nos dice, “pero hace falta más vigor para jugar la partida que sugieren los azulejos donde estoy apoyada”.
Y jugamos.
Buscamos al autor. Cuando empezó a mover ficha no había luz y era difícil encontrar las riendas. La imaginación es hospitalaria y para no dejar de serlo llamó a la realidad. Ya no importa que en algún momento asustase la oscuridad y se creyese en centauros. Pertenece al pasado aquel miedo a reconocer como suyo su origen. Lo fundamental es que llegó el presente con toda su alegría.
Buscamos al autor para aplaudirle.
Mirad su firma. Es una sinfonía.
Sonríe como yo cada vez que miro este bendito cuadro. Bendito por salud, por canto a la vida, a la suya, la del autor. Bendito por darle jaque mate a la desesperanza.
Aplaudo.
Uno más… por favor…
lunes, 15 de septiembre de 2025
14.- EN EL AUTOBÚS
domingo, 14 de septiembre de 2025
6.- ELLA
Cayó golpeándose la nariz en las escaleras y acabó en el suelo. Le ayudamos a levantarse. Sangraba mucho y llamamos al 112.
A varias personas se les vio la intención de prestar ayuda, pero poco se podía hacer ante la próxima llegada de los servicios médicos y se fueron.
Mientras Eugenio estaba pendiente del servicio de urgencia, ella se quedó y entre las dos conseguimos que mantuviese la cabeza levantada. Poco a poco la hemorragia se detuvo. Descubrió sus pantalones manchados de sangre y escenificó un evidente gesto de fastidio: “Vaya, lo único que los demás veían limpio…”
Conseguimos sentarle. Habló con él con frases cortas y un tono cercano. Lo primero que hizo fue preguntarle cómo se llamaba y en todo momento se le dirigió por su nombre: Jesús. Le tocó la nariz de manera distinta a las circunstancias que le habían empujado al suelo. Se acercó a él, para saber quién era y le prestó una ayuda que se merecía porque seguramente no se merecía lo que le pasaba.
Enseguida llegaron dos policías y la ambulancia. Se aconsejó el ingreso. Su nariz estaba rota.
Antes de que se lo llevaran, como pudo, nos dio las gracias a Eugenio y a mí. Ella se había ido. Tenía prisa y se marchó porque ya estaba todo controlado.
Teníais que haber visto la escena. Al principio estaba tan borracho que era imposible que sus piernas se enderezasen. Sentado, después de pronunciar su nombre a requerimiento de esta bondadosa mujer, fue serenándose poco a poco.
Fue toda una historia en secuencias cortas. Atendiendo su nariz para que dejase de sangrar. Lamentando ser un “gilipollas”. Acusando una incipiente alegría porque alguien se estuviera interesado por él. Encontrando la serenidad perdida al decir quien era. “Me llamo Jesús y …”.
La lotería tiene dos caras. Una absurda en la que aceptamos que “uno” se lleve lo que “pierden” todos.
Otra vital. Quien nace con el premio puesto debe saber que tiene que devolver a los demás la parte que les correspondería y que se les negó sin que dieran su consentimiento.
Amiga desconocida, tenemos una parte del agradecimiento de Jesús que te corresponde. Sería un premio poder devolvértelo.
***
(Traducción María Rubio)

sábado, 13 de septiembre de 2025
ECHANDO BALONES FUERA
viernes, 12 de septiembre de 2025
DIAGNÓSTICO VITAL
En el autobús escuché esta noticia a través de una conversación telefónica de quien decía estar “en estado de shock” por su inesperada desaparición. No esperaba un final tan precipitado en alguien cuya vida era sana hasta el límite, y quien así hablaba reflexionó en voz alta:
Pensé en Marta y a modo de recuerdo le dije: “Qué santa (sana) amiga (has tenido) tienes”.