Sencillamente es una cuestión de madurez.
Cuando no somos conscientes de nuestros valores necesitamos el espejo de los cuentos. Ogros, brujas o dinero.
La autoestima es el espacio perfecto para descubrir el equilibrio entre individuo y sociedad.
Cuando conseguimos ese equilibrio, el dinero se convierte en lo que es:
Un papel desde el que un día nos contaron un cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario