martes, 7 de mayo de 2024

ALBERTO CASTILLO - Recordado por Peio landa en el 2002





Peio Landa tuvo la amabilidad de remitirnos esta sintetizada biografía de Alberto Castillo, fallecido el 23 de julio de 2001.

Alberto Castillo, conocido como el cantor de los cien barrios porteños, falleció ayer día 23 de Julio en Buenos Aires, Argentina a los 87 años de edad. Alberto Castillo permanecía internado en el Sanatorio Bazterrica de Buenos Aires aquejado de una neumonía. Alberto Salvador De Lucca, nació el 7 de Diciembre de 1914 en Buenos Aires.
De joven recibió lecciones de violín mientras cantaba en cualquier lugar que se le permitiese. Con quince años de edad debutó con el conjunto del guitarrista Armando Neira bajo el seudónimo de Alberto Dual. En la década de los 30 cantó con las orquestas de Julio De Caro, Augusto Pedro Berto y Mariano Rodas.
En 1938 abandona el mundo de la música para dedicarse a la medicina, pero antes de graduarse como ginecólogo recaló en la Orquesta Típica Los Indios de Ricardo Tanturi, adoptando su seudónimo definitivo: Alberto Castillo. La primera grabación que realizó con Ricardo Tanturi, fue en 1941 y se trató del vals “Recuerdos”. Un año mas tarde se graduaría como ginecólogo abriendo su consulta privada en Buenos Aires.
En 1944 abandonó la orquesta de Tanturi e inició su carrera en solitario.
Alberto Castillo poseía un particular estilo de cantar: aferrado al micrófono con la mano derecha y la izquierda en el bolsillo del pantalón, con el pañuelo colgando del bolsillo de la chaqueta y la corbata aflojada. Su voz de tenor desgranaba tangos que enfatizaba en los acentos prosódicos mientras las sílabas débiles se camuflaban en la articulación de la frase. Julian Centeya, célebre poeta lunfardo, diría que la voz de Castillo “no se parece a ninguna otra voz”.
Fueron célebres las trifulcas que se organizaban en las milongas cuando Castillo cantaba lo de “Qué saben los pitucos, lamidos y sushetas **, qué saben lo que es tango, qué saben de compás” y alguien entre el público se daba por aludido improvisando un combate de boxeo con el mismo Castillo.
La fama y popularidad de Castillo fue tan amplia que la policía en varias ocasiones se vio obligada a cortar las calles adyacentes a los locales en los que actuaba.
Filmó 18 películas (“Adiós pampa mía” 1946, “Alma de bohemio” 1948, “La barra de la esquina” 1950 entre otras) y entre sus mas de 300 grabaciones discográficas los aficionados siempre recordarán tangos como “Muñeca Brava”, “Así se baila el tango”, “Cuatro compases”, etc...
En 1990 fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.



**NOTA: “pitucos, lamidos y sushetas”. Niños bien, amanerados y excesivamente preocupados por la compostura y refinamiento.
Por Peio Landa (LetraMaleva) Julio2002 





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