Querido amigo.
Yo he creído siempre que tenía una visión progresista de la vida. Que la cuestión homosexual la veía correctamente cuando opinaba: “...es un defecto, pero no debe estar penalizado socialmente”.
Querido amigo:
Hay un juego de niños en el que se procura avanzar mientras quien dirige la estrategia está de espaldas. Quedarse inmóvil cuando éste se da la vuelta supone ganar o perder el avance conseguido. Llegar sin que el movimiento llame la atención es la clave.
Querido amigo:
Esa niña que llevo dentro ha movido sus ideas sin que yo fuera consciente del avance. Lo descubro ahora, cuando tu padre comparte con nosotros, sus amigos, tu confesión sobre quien te atrae en tu intimidad.
Me sorprendió no sorprenderme, no porque ya lo supiera (no tenía ni idea), sino porque recibí la noticia de forma equivalente a si me hubiera dicho que en realidad no eras moreno, sino rubio. Que te has teñido todo este tiempo.
¿Qué es ser homosexual? ¿Qué le atraen a uno los de su mismo sexo?
¿Qué consecuencias tiene esa preferencia? ¿Qué no se pueden concebir hijos?
¿Un hombre o una mujer consagrados a dios, pueden concebir un hijo? ¿están mal vistos por eso? ¿es un defecto esa elección?
¿Psicológicamente, qué significa ser padres? Yo diría que reconocernos y querernos como somos. Ser padres de nosotros mismos para no perder el niño que llevamos dentro.
Da lo mismo con quien te acuestes si te levantas bondadosamente todos los días. Si eres coherente con tus ideas. Si en tus hechos puedes reconocer lo que piensas que deben hacer los demás.
El ritmo social es mucho más lento que el de cada uno de los socios que forman esa sociedad, porque cada uno tenemos nuestro tiempo para madurar. Por eso, muchas veces, las pautas sociales son un poco “cuento” en el mejor sentido de la palabra. Los cuentos para los niños son realidades disfrazadas para que se puedan asimilar correctamente, lo cual no quiere decir que quien ya está maduro para quitar los disfraces, lo haga y pueda asumir sus responsabilidades en primera persona.
Querido amigo:
Da igual que seas gay, cura o soltero por convicción. Lo importante es que seas consecuente con tu grado de madurez, que te sientas bueno y que la opinión de los demás la tengas en cuenta para conocerte mejor y reconocer aquellas opiniones que nada tienen que ver contigo y dejárselas a quien se las quiere quitar de encima por oscuras razones.
Al final, lo más importante es ser, saber cómo somos y querernos. Querernos porque de otra forma es imposible que nadie nos quiera.
Querido amigo. Tienes un padre estupendo.
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