Una velada elevada al cubo
Desierto:
Dunas. Mucho
sol. Una pequeña palmera y un poco de agua. Pirámides. Un camello. Alacrán. Insectos. Argomas. Poca
vegetación seca, que aumenta conforme se
acerca a la palmera. Mucho calor.
Cubo:
Cerca del agua. Un cubo de Rubic de colores, resuelto. Pequeño.
Escalera:
Junto a la
palmera que tiene cocos. De madera. Grande para llegar arriba. De tijera.
Un moro.
Caballo:
Blanco. Debajo de la palmera. Atado. Enjaezado. Bien
cuidado. Elegante. Lo han dejado
para descansar.
Tormenta:
De arena. El aire mueve la palmera y la poca
vegetación. El caballo está un poco inquieto. Se puede soltar.
Flores:
Nenúfares en el estanque. Junto al árbol alguna flor pequeñita, humilde, silvestre.
*
¡Qué pequeñas somos todavía!
Princesas
atrapadas, nos asombran los cuentos por la realidad de su final feliz.
Buscamos
los ojos que nos muestren el tesoro escondido y cuanto más miramos, más se
oculta, provocándonos miedo.
Es solo una impresión.
Encontrar la manera de no perder el hilo de
esta historia,
la nuestra,
es lo que nos ocupa.
la nuestra,
es lo que nos ocupa.
El monstruo se comerá lo previo
(lo que nos preocupa)
y dormirá, dejando que pasemos a ese lugar tan íntimo donde todo es misterio.
(lo que nos preocupa)
y dormirá, dejando que pasemos a ese lugar tan íntimo donde todo es misterio.
Nos espera el despertar y un beso.
*
Calle San
Vicente de Paúl, 28
50001 Zaragoza
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